viernes, julio 24, 2009

Como Agua Para Chocolate de Laura Esquivel


Esta novela se escribió en 1989 por una autora mexicana muy conocida.
Una desagradable tradición familiar que destruye toda posible felicidad para Tita, el amor hacia un hombre que solo para estar cerca de ella se casa con su hermana y enfrentarse a Mamá Elena, una matriarca en tiempos de la revolución, son solo las situaciones principales para sentir cada emoción de la protagonista. Como parte de la cultura mexicana, la comida es un aspecto interesante de esta novela puesto que sirve de modo de expresión para nuestra protagonista.
Tal vez sea demasiado decir que este libro es mi libro favorito escrito en español, pero definitivamente me siento muy apegada al mismo. Para mi fué como entrar en la literatura latinoamericana de un modo distinto. Primeramente vi la película, y había muchísimas cosas que en su momento no comprendí por la edad que tenía, sin embargo, cuando leí el libro, me dí cuenta de la existencia de este mundo tan peculiar del cual no me podía despegar. La historia es corta, por lo tanto, el gusto no me duró mucho, pero cada una de sus páginas vale la pena y a pesar de ser la primer novela de Laura Esquivel es maravillosa en todos los aspectos.
Sin abusar del lenguaje ni la descripción, la autora te retrata un cuadro de tiempos de la revolución mexicana en dónde los roles estan más que establecidos, lo cual genera varios inconvenientes para dos de las hijas de Mamá Elena, por lo tanto, actuan en contra de la voluntad de la misma.
La división de la historia me parece simplemente fenomenal. La comida, como antes se menciona, es de gran importancia, y a mí parecer, el elemento principal de la novela. No solo por cómo se menciona en la trama, sino porque en el libro mismo vienen recetas de varios platillos mexicanos, los cuales van marcando las distintas etapas de la vida de Tita.
Más que una historia de amor, es un relato de cómo la vida muchas veces no es como nosotros la idealizamos, sin embargo, ese no es un motivo para no disfrutar los pequeños detalles con los cuales somos felices. La fortaleza de Tita es verdaderamente sorprendente, porque a pesar de los obstáculos que tiene que enfrentar, se da cuenta que ella es dueña de su propia vida.